Publicado por Ángel Buendía
Algunos de los factores más importantes para el bienestar de tu familia pasan por tener un buen control de tus finanzas personales.
Es vital que gestiones bien en qué destinas tus ingresos familiares. No menos importante es mantener a raya los gastos y las deudas, y guardar una parte para el ahorro.
No necesitas tener estudios avanzados de economía. Sólo debes conocer unas cuantas nociones básicas de educación financiera y seguir unas pautas de consumo para mejorar tu economía familiar.
Con mayores conocimientos de economía financiera familiar tendrás una mejor planificación, ahorrarás más, tomarás mejores decisiones de inversión, un menor uso de crédito bancario y menos endeudamiento tendrás.
Es decir, cuanto menos crédito necesites de los bancos más capacidad tendrás de ahorrar y contrarrestar la pérdida de valor de tu dinero debido a la inflación.
Una vez consigas cubrir las necesidades económicas básicas de tu familia, podrás preocuparte en ahorrar parte de los ingresos para conseguir un mejor nivel de vida, más seguridad y mejores pensiones en el futuro.
Para planificar correctamente tu economía familiar y ahorrar dinero en casa día a a día debes tener en cuenta los gastos previstos e imprevistos que puedas tener. Para ello, te recomiendo seguir la regla del 50/20/30.
Truco No. 1: La regla del 50/20/30
La regla del 50/20/30 es un método para gestionar el dinero de forma fácil permitiendo tener un control de todos tus gastos y separar una cantidad para el ahorro familiar.
Con un poco de planificación puedes definir unos objetivos de ahorro mensuales destinados a cubrir necesidades familiares que puedan aparecer en el futuro, sin tener que prescindir de tus vacaciones u otras actividades de ocio.
Los pasos para tener unas finanzas saludables son:
1.- Registra los ingresos mensuales totales familiares.
Puedes utilizar una libreta, hoja de cálculo o la aplicación de tu banco para identificar tus fuentes de ingresos netos, una vez descontados los impuestos: nóminas, intereses bancarios, alquileres de propiedades, etc.
2.- Registra los gastos fijos y variables.
Una vez hayas identificado todos los gastos familiares, anótalos en una hoja de cálculo o similar. Clasifica cada gasto en las categorías siguientes:
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- Gastos imprescindibles (de primera necesidad)
- Gastos prescindibles (opcionales)
Los gastos imprescindibles son todos aquellos gastos necesarios para nuestra vida diaria:
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- Hipoteca o alquiler de la vivienda
- Préstamos vigentes
- Suministros de electricidad, gas y agua.
- Medio de transporte para ir al trabajo: coche, moto,…
- Seguros
- Medicamentos
- Colegios
- Alimentación
Los gastos prescindibles son todos aquellos gastos que no son esenciales para poder vivir.
3.- Calcula tu capacidad de ahorro
Para conocer tu capacidad de ahorro calcula:
Ingresos totales – (Gastos imprescindibles+Gastos prescindibles)
4.- Prepara un plan de ahorro mensual
La regla 50/20/30 sugiere que el total de ingresos familiares los separes de la forma siguiente:
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- Destina el 50% de los ingresos a cubrir los gastos imprescindibles o gastos de primera necesidad.
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- Destina el 20% de los ingresos al ahorro. Recomiendo separar mensualmente esta cantidad en una cuenta aparte y no dejarlo en la cuenta a la vista.
Este ahorro debería cubrir al menos 6 meses del total de tus gastos imprescindibles. Considéralo como un fondo de emergencia para posibles imprevistos: reparaciones, enfermedades, accidentes, etc.
En el caso de tener sobrante, puedes plantearte ahorrar para invertir a largo plazo y conseguir otros objetivos futuros.
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- Destina el 30% restante de los ingresos netos para los gastos prescindibles u opcionales. Son todos aquellos deseos de tu familia.
Aunque estos gastos no sean gastos imprescindibles para vivir, harán que la vida sea más placentera:
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- Ocio: restaurantes, cine, conciertos, teatro, …
- Deportes: gimnasio, natación, yoga, …
- Peluquerías
- Ropa y calzado prescindible
- Suscripciones: TV, música, revistas, …
- Vacaciones y viajes
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Truco No. 2: Cómo ahorrar en tus gastos de primera necesidad
Los gastos de primera necesidad, aún siendo imprescindibles, pueden controlarse para obtener un ahorro extra.
Voy a enseñarte algunos ejemplos básicos que están al alcance de tu mano. Sólo depende de ti y tus hábitos para ahorrar aún más.
Cómo ahorrar y mantener la seguridad de tu familia
Tu familia no se encontrará totalmente segura sin una buena protección ante eventualidades.
No exagero si digo que el seguro de salud y el seguro de vida sean probablemente uno de los gastos más importantes que tengas.
En función de la situación económica de tu familia, una póliza de seguro de vida adecuada te garantizará una tranquilidad y seguridad económica familiar en el caso de una defunción futura.
Sin esta póliza podrías dejar a tu familia indefensa luchando por pagar todas las deudas para permanecer en tu casa, incluso solo para pagar su funeral.
En el caso de un seguro médico privado, tu familia disfrutará de atención y tratamientos médicos dedicados y de alta calidad en caso de ciertas enfermedades , dolencias o lesiones.
El nivel exacto de cobertura que recibas -es decir, qué tipo de afecciones y tratamientos que se cubran- dependerá en parte de la póliza que contrates. Al igual que con cualquier otro tipo de seguro, puedes optar por pólizas totales o más limitadas. Asesórate adecuadamente.
Cómo ahorrar en el recibo de la luz
Si eres un consumidor que tiene contratada la tarifa regulada PVPC (o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) debes saber que hay margen de mejora en el ahorro del gasto de la luz.
El PVPC corresponde al precio de la luz implantado por el Gobierno para todos los clientes del mercado eléctrico regulado, con una potencia no superior a los 10 kW.
El precio del KW/hora, que corresponde a la energía que consumimos en nuestros hogares, depende del mercado eléctrico mayorista. Este precio cambia cada hora del día en función de la oferta y la demanda.
El precio es más barato cuando hay menos demanda, como durante la noche y en los horarios de fines de semana.
- Hora punta: Lunes-Viernes: 10:00-14:00 y 18:00-22:00
- Hora llana: Lunes-Viernes: 08:00-10:00, 14:00-18:00 y 22:00-24:00
- Hora valle: Lunes-Viernes: 00:00-08:00 y Sábado-Domingo-Festivos: cualquier horario
El mejor consejo que puedo darte para empezar a ahorrar es trasladar el consumo actual que realizas en las horas punta a las horas llana, que son las de precio intermedio.
A futuro, a medida que vayas modificando tus hábitos de consumo y compres nuevos electrodomésticos programables, podrás seguir una estrategia de mayor ahorro si trasladas el consumo eléctrico a las horas valle.
No se trata de planchar o cocinar en horario nocturno sino de modificar los hábitos de consumo no esenciales (lavadora, secadora) en horario valle, en la medida de lo posible.
Otros ahorros en el consumo de la electricidad son:
- Sustituye las bombillas incandescentes, fluorescentes o halógenas de alta potencia por bombillas LED de baja potencia y consumo.
- Utiliza sistemas de energía renovables que aprovechan la luz del sol o la temperatura del aire y tierra para calentar el agua y el suelo radiante del hogar: paneles solares, aerotermia y geotermia.
- Utiliza electrodomésticos sostenibles de bajo consumo, más silencioso y más duraderos como los “tipo inverter”. Tienen motores sin escobillas ni correas de transmisión. Reducen el consumo de electricidad y potencian el ahorro de agua, e incluso detergente y suavizante.
- Apaga los electrodomésticos que no están en uso y disponen de luz “stand by”, como los TV, equipos de música, wifi, etc. Puedes utilizar regletas con interruptor o temporizador para apagarlos durante la noche.
Cómo ahorrar en el consumo de agua y gas
Revisa las facturas de la empresa comercializadora de agua comprobando las lecturas estimadas. Fíjate si las variaciones en la factura son debidas a tus hábitos de consumo y trata de modificarlos.
En cualquier caso, analiza regularmente las ofertas de otras compañías para aprovechar ofertas que mejoren tus gastos actuales.
A nivel familiar hay pequeños trucos y hábitos para consumir menos agua:
- No laves a mano, lava con lavadora y lavavajillas, siempre y cuando estén llenos.
- Si lavas a mano no dejes correr el agua cuando aclaras. Es mejor tener un fregadero de lavado y otro lleno de agua para el enjuague.
- Corta el agua del grifo mientras te cepillas los dientes.
- Utiliza aireadores en todos los grifos para reducir el caudal sin tener sensación de pérdida de presión. Al mezclar el agua con aire, podrás ahorrar hasta un 50% del consumo del agua.
- Guarda el agua fría de la ducha que se desperdicia cuando esperas que salga caliente, guardándola en un cubo. Esta agua podrás utilizarla para regar las plantas o fregar el suelo.
- Dúchate en vez de bañarte.
- Utiliza una cisterna de inodoro con doble descarga.
- No utilices el inodoro como si fuera una papelera. Cada descarga de agua consume entre 6 y 12 litros de agua.
- Protege tu piscina con una lona para evitar su evaporación y utiliza los desinfectantes adecuados para mantenerla limpia.
- Si tienes un sistema de riego en el jardín, riega tu césped y plantas al anochecer o primera hora del día. Así evitarás que el agua se evapore. Será necesario un menor tiempo de riego y ahorrarás el consumo de agua.
- Utiliza pequeños bidones recolectores de agua de lluvia para regar las plantas.
Cómo ahorrar en la alimentación
Antes de hacer la compra en el supermercado puedes seguir unos trucos básicos para evitar comprar por impulso.
La clave es gestionar bien el almacenaje de los alimentos que compras y evitar comprar productos que no necesitas o que pueden llegar a caducar pronto si no los consumes a tiempo.
- Revisa tu despensa y nevera. Haz siempre una lista de la compra. No compres más de los que tengas en esta lista.
- Sigue el principio del FIFO (first in, first out). Es decir consume antes los productos más antiguos o que están a punto de caducar. Así evitaras tirar comida.
- Compra productos económicos básicos, frutas y verduras, de temporada. También productos de larga vida, imprescindibles en tu despensa: frutos secos, harina, cereales, legumbres, pastas y arroz. Son más económicos.
- Evita comprar productos preparados, son más caros que si los cocinas tu en casa.
- Compra la mínima cantidad necesaria teniendo en cuenta su consumo total. Si con una comida solo vas a utilizar una porción de lo que compres piensa en varios platos a la vez o en recetas diferentes que utilicen el mismo producto hasta agotarlo.
- Localiza los precios más bajos y ofertas de los productos que compras habitualmente en el mercado o supermercado.
- Compra a final del día. Algunos supermercados rebajan los precios a la mitad de algunos productos frescos perecederos, como la carne o pescado. Congélalos en cuanto llegues a casa.
- Utiliza vales y cupones de descuento. Hay varias páginas por internet donde encontrarlos.
- Compra alimentos según la fecha de consumo prevista más o menos inmediato para evitar el despilfarro por fecha de caducidad.
Truco No. 3: Cómo ahorrar en tus gastos prescindibles
Esta partida de gastos son los más fáciles de localizar y a la vez más difíciles de recortar si vives dentro de una burbuja aparente de riqueza.
Muchos de estos gastos, que no son críticos para la supervivencia familiar, suelen estar financiados con préstamos.
Son los gastos ”de lujo” y muchas veces los causantes de la falta de ahorro familiar. Son gastos que suelen sobre endeudar a muchas familias.
Aquí hay varios ejemplos:
- La compra de un smartphone, tablet, TV, PlayStation, coche, cada vez que sale un nuevo modelo.
- Los viajes de vacaciones de larga distancia
- Los cenas y comidas frecuentes en restaurantes
- Extras de ropa y calzado
Atacar estos gastos no es facial, supone un esfuerzo y sacrificio familiar. Cuanto antes los ataques, mayores beneficios tendrás.
Recortar estos gastos es un camino de no retorno, un aprendizaje para potenciar la cultura del ahorro familiar.
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