Publicado por Ángel Buendía
La diarrea es una dolencia común que aparece por diversos motivos: infecciones bacterianas y virales, intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable o por el efecto de algunos medicamentos, como los antibióticos.
👉 Se produce cuando se evacuan heces acuosas y blandas, apareciendo 3 o más veces a lo largo al día.
Cuando hay diarrea, los líquidos y nutrientes no se absorben correctamente. Se produce pérdida de agua y sales importantes para nuestro cuerpo, hasta provocar deshidratación.
La deshidratación intensa puede ser potencialmente mortal. Los síntomas habituales son boca seca, sed intensa, debilidad general y poca orina.
En estas situaciones, la microbiota intestinal se ve gravemente afectada.
A parte de las deposiciones líquidas, también suele aparecer dolor abdominal y fiebre. En casos crónicos, puede llegarse a un estado de deshidratación general.
En el caso de la diarrea asociada a los antibióticos (DAA), se produce cuando el equilibrio de la flora bacteriana se ve alterada por el consumo de antibióticos.
Los antibióticos de amplio espectro, como las penicilinas amoxicilina y ampicilina, y las cefalosporinas cefdinir y cefpodoxima pueden provocar esta dolencia.
👉 La microbiota intestinal se desequilibra, aumentando la presencia de bacterias patógenas o dañinas, por encima de las beneficiosas.
Las personas más afectadas son los niños, las personas de edad avanzada o con problemas de nutrición.
Tomar probióticos y prebióticos pueden ayudar a tratar esta dolencia, recuperando el equilibrio correcto de la microbiota intestinal.
Si quieres saber cuáles son los mejores probióticos, consulta este artículo.
De forma preventiva, se aconseja tomar probióticos junto al tratamiento con antibióticos. Así se puede disminuir los efectos secundarios de los antibióticos en la flora intestinal.
👉 Los probióticos reducen la cantidad de bacterias dañinas presentes en los intestinos, ayudando a mejorar la digestión.
¿Cómo elegir el probiótico correcto para tratar la diarrea asociada a antibióticos?
La revisión bibliográfica de ensayos y estudios médicos realizados con probióticos concluyen que es necesario considerar diferentes tipos de cepas según la enfermedad o dolencia a tratar.
Tampoco es sencillo saber cuál es la dosis adecuada.
Además, de nada sirve tomar probióticos si no va acompañado con una dieta adecuada. Es decir, olvídate de comer snacks, comidas ricas en grasas, fast food, salsas, azúcar, endulzantes artificiales y carbohidratos simples.
En el caso de episodios de diarrea en niños hay un estudio realizado en niños tratados con antibióticos, y con síntomas de diarrea. Se utilizaron probióticos seguros que resultaron ser efectivos.
Hay un estudio bibliográfico de Cochrane realizado en 33 estudios sobre un total de 6352 niños, de 0-18 años, que tomaron probióticos (Lactobacilli spp., Bifidobacterium spp., Streptococcus spp., o Saccharomyces boulardii solos o en combinación) junto a un tratamiento con antibióticos.
👉 Se concluye que el consumo de probióticos es efectivo para el tratamiento de la DAA.
El 8% de los participantes tuvieron síntomas de DAA frento al 18% de los pacientes que participaron en el control con placebo. Es decir, los probióticos evitaron que 1 de cada 9 niños tratados sufriera DAA. Como se puede ver, la reducción es moderada, además de reducir los efectos de la DAA en un día.
Los probióticos utilizados con dosis alta de microorganismos viables (5 mil millones de unidades formadoras de colonias [UFC] o más por día) dieron mejores resultados para reducir la incidencia de diarrea asociada a antibióticos (DAA) en comparación con los probióticos de dosis baja (menos de 5 mil millones de UFC por día).
En el caso de DAA se recomienda escoger probióticos que contengan Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus en dosis de 5 a 40 mil millones de UFC por día. Se ha demostrado que estos son los más beneficiosos.
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